martes, 4 de agosto de 2015

CINCO MOMENTOS CLAVES EN EL ENSAYO LITERARIO CHILENO CONTEMPORÁNEO

Lee atentamente el siguiente documento y elabora una síntesis, comenta con tu profesora.



Pueden trabajar en parejas. No olvides publicar tu síntesis y comentarios en esta entrada del blog.

Análisis de Ensayos Latinoamericanos

TALLER N° 6 “EL ENSAYO”

NOMBRE:…………………………………………………………………CURSO:……………FECHA:…………..….

El ensayo es un tipo de texto que encuentra su origen en el siglo XVI. Fue el escritor francés Michel de Montaigne (1533–1592) quien por primera vez dio a sus escritos –tres gruesos volúmenes– ese nombre, “ensayo”.
Hasta entonces, se llamaba “discursos” a aquellos trabajos que abordaban un asunto reflexivamente, pero sin pretensiones científicas. Montaigne decidió utilizar la palabra “ensayo” para definir su escritura, pues, etimológicamente, la palabra exagium significa el acto de “pesar algo”, de someterlo a prueba. Lo que busca el ensayo es poner en duda una realidad establecida, cuestionar aspectos de la cultura instituida y plantear puntos de vista nuevos para repensarla.
El ensayo es un texto esencialmente argumentativo, ya que su propósito es manifestar un punto de vista sobre un tema específico: el autor intenta “hacer ver” al lector las cosas como él las ve. Sin embargo, se diferencia de otros tipos de textos argumentativos en cuanto su autor no pretende necesariamente “resolver” una controversia, sino establecer un diálogo con los lectores.
El ensayista plantea su punto de vista como una hipótesis, como un problema a resolver, pero puede terminar el ensayo sin haberlo resuelto.
En el ensayo está permitido cerrar el texto, incluso, con una pregunta dirigida al lector.
Lo anterior no quiere decir que en todos los ensayos no se cierre el tema, porque puede haber algunos que incluso terminen con una conclusión que no admite réplica.
Las características más comunes del ensayo son:
Brevedad: el ensayo es un escrito, por lo general, de poca extensión, donde el autor no pretende ser exhaustivo en el tratamiento de los temas, su función es abrir nuevos caminos e incitar a continuarlos.
Carácter sugestivo y reflexivo: el autor del ensayo reacciona ante los valores actuales para insinuar una interpretación novedosa o proponer una revisión. Invita a la reflexión, es capaz de despertar intuiciones e ideas nuevas en el lector.
Carácter confesional: en el ensayo abundan las apreciaciones subjetivas, a través de las cuales el autor comunica su propia visión del mundo, sus impresiones, sus sentimientos.El ensayo refleja el humor y la personalidad de su autor.
Intención dialogal: el ensayista pretende comunicarse con sus lectores, entablar una suerte de conversación respecto del punto de vista que propone.
Libertad formal: el ensayo no presenta un “aparato crítico o metodológico” (sistema de notas a pie de página, bibliografía obligatoria, etc.) ni una estructura predeterminada. Tiene un carácter más bien coloquial, la comunicación progresa por medio de asociaciones libres y es frecuente que ocurran digresiones.
Variedad temática: puede versar sobre cualquier tema, porque el material con el cual trabaja es la realidad en la que está inserto su autor.
Preocupación por el estilo: el ensayista está consciente de que se espera de él una calidad estética en la expresión de sus ideas: no solo importa lo que se dice, sino cómo se dice. Es por esta razón que, la mayoría de los teóricos, consideran al ensayo un género literario.

ESQUEMA GENERAL DE UN ENSAYO
Introducción
·         Presentación del tema
·         Planteamiento de la hipótesis o punto de vista.
Desarrollo
·         Descripción de conceptos
·         Desarrollo de las ideas
·         Presentación de los fundamentos o argumentos.
Conclusión
·         Confirmación de la hipótesis:

ACTIVIDAD 1:
Busca la biografía de Benjamín Subercaseaux, confecciona una ficha resumen de su vida y principales obras. Busca como trata el tema de la identidad chilena y publica tu ficha como comentario de esta entrada en el blog.

ACTIVIDAD 2
Lee atentamente el  ensayo: " De Benjamín Subercseaux" (se entregará en clase, el 11 de Agosto)
·         

miércoles, 3 de junio de 2015

ENSAYO: El orgullo de ser Limachino, Olmueino u otro

Alumnos, deben compartir en esta entrada el ensayo realizado en clases para su corrección.

GUÍA DIARIOS EN MOTOCICLETAS

RESPONDE LA GUÍA DE LA PELÍCULA DIARIOS EN MOTOCICLETAS.
 Guía para la película Diarios de motocicleta

Ernesto Guevara nació de una familia de clase media en Argentina en 1928.  Cuando tenía 24 años viajó por todo el continente de Sudamérica con su amigo Alberto Granado.  Esta película biográfica fue inspirada por dos diarios verdaderos escritos por Ernesto y Alberto durante el viaje.  En vez de comenzar una carrera de medicina después del viaje, Ernesto fue a Guatemala para contribuir a una revolución contra un gobierno represivo. Después de comenzar una amistad fuerte con  Fidel Castro en México, Ernesto lo ayudó ganar la revolución cubana en 1959. Viajó también  al Congo en Africa y a Bolivia para participar en sus revoluciones.  Murió por fusilamiento en Bolivia en 1967.

La película dirigida por Walter Salles salió en 2004.  Ganó varios premios incluyendo el primer Oscar de “Best Original Song “otorgado a una película hispana” para la canción “Al otro lado del río.”  Gael García Bernal (de las películas El crimen de Padre Amaro, Amores perros, y  Tú mamá también) juega el papel de Che Guevara.

La película trata del desarrollo de la conciencia política del joven Che Guevara

Responde (para entregar) a las siguientes preguntas antes de clase.

1.  ¿Qué son las tres características que Ernesto y Alberto tienen en común?

 3.  ¿Qué pide Cristina que le compre Ernesto si llega a los Estados Unidos?
     ¿Sabemos qué ocurre con la relación entre Ernesto y Cristina?
     ¿Qué pasa al final con el dinero que Cristina le dio a Ernesto?  ¿Cuánto dinero fue?
  
4.  ¿Cuántos meses dura el viaje y durante cuáles estaciones?  ¿Por qué hace tanto frío al   principio del viaje?
  
5. Por la película vemos varios acontecimientos que influyeron la actitud política de Ernesto.  Nombre por lo menos tres.  Si hubiera estado presente usted, ¿cómo habría reaccionado usted a estos episodios?
  
6.  Aunque los dos tienen un sentido aventurero en común, Ernesto y Alberto son muy distintos.  Escriba un párrafo describiendo sus diferencias.

7._Relaciona el tema de la Identidad, nacional en los distintos puntos dónde comparten con chilenos, peruanos etc. Cuáles eran las diferencias entre ellos, y las similitudes.
8._Escoge un episodio y reflexiona de manera personal, ejemplo los trabajadores de las mineras

9.  Esta película ha fomentado mucho discurso. Es cierto que Che Guevara hizo un gran impacto en la historia y la política de toda Latinoamérica luchando por los derechos de los pobres y los desamparados. Pero el otro lado del polémico reconoce que Che inspiró a miles de personas odiar, rebelar y matar a todos que no aceptaran sus ideas. Millones de personas murieron como resultado de estas revoluciones.   ¿Es heroe o malvado?



 responde en tu cuaderno y luego comparte las respuestas en el blog.






martes, 15 de octubre de 2013

Comprensión lectora :"El almohadón de plumas"

Ve atentamente el video y luego responde estas actividades interactivas,si tienes dudas vuelve a leer el texto.

El almohadón de plumas
[Cuento. Texto completo.]
Horacio Quiroga
Su luna de miel fue un largo escalofrío. Rubia, angelical y tímida, el carácter duro de su marido heló sus soñadas niñerías de novia. Ella lo quería mucho, sin embargo, a veces con un ligero estremecimiento cuando volviendo de noche juntos por la calle, echaba una furtiva mirada a la alta estatura de Jordán, mudo desde hacía una hora. Él, por su parte, la amaba profundamente, sin darlo a conocer. Durante tres meses -se habían casado en abril- vivieron una dicha especial.
Sin duda hubiera ella deseado menos severidad en ese rígido cielo de amor, más expansiva e incauta ternura; pero el impasible semblante de su marido la contenía siempre.
La casa en que vivían influía un poco en sus estremecimientos. La blancura del patio silencioso -frisos, columnas y estatuas de mármol- producía una otoñal impresión de palacio encantado. Dentro, el brillo glacial del estuco, sin el más leve rasguño en las altas paredes, afirmaba aquella sensación de desapacible frío. Al cruzar de una pieza a otra, los pasos hallaban eco en toda la casa, como si un largo abandono hubiera sensibilizado su resonancia.
En ese extraño nido de amor, Alicia pasó todo el otoño. No obstante, había concluido por echar un velo sobre sus antiguos sueños, y aún vivía dormida en la casa hostil, sin querer pensar en nada hasta que llegaba su marido.
No es raro que adelgazara. Tuvo un ligero ataque de influenza que se arrastró insidiosamente días y días; Alicia no se reponía nunca. Al fin una tarde pudo salir al jardín apoyada en el brazo de él. Miraba indiferente a uno y otro lado. De pronto Jordán, con honda ternura, le pasó la mano por la cabeza, y Alicia rompió en seguida en sollozos, echándole los brazos al cuello. Lloró largamente todo su espanto callado, redoblando el llanto a la menor tentativa de caricia. Luego los sollozos fueron retardándose, y aún quedó largo rato escondida en su cuello, sin moverse ni decir una palabra.
Fue ese el último día que Alicia estuvo levantada. Al día siguiente amaneció desvanecida. El médico de Jordán la examinó con suma atención, ordenándole calma y descanso absolutos.
-No sé -le dijo a Jordán en la puerta de calle, con la voz todavía baja-. Tiene una gran debilidad que no me explico, y sin vómitos, nada... Si mañana se despierta como hoy, llámeme enseguida.
Al otro día Alicia seguía peor. Hubo consulta. Constatóse una anemia de marcha agudísima, completamente inexplicable. Alicia no tuvo más desmayos, pero se iba visiblemente a la muerte. Todo el día el dormitorio estaba con las luces prendidas y en pleno silencio. Pasábanse horas sin oír el menor ruido. Alicia dormitaba. Jordán vivía casi en la sala, también con toda la luz encendida. Paseábase sin cesar de un extremo a otro, con incansable obstinación. La alfombra ahogaba sus pasos. A ratos entraba en el dormitorio y proseguía su mudo vaivén a lo largo de la cama, mirando a su mujer cada vez que caminaba en su dirección.
Pronto Alicia comenzó a tener alucinaciones, confusas y flotantes al principio, y que descendieron luego a ras del suelo. La joven, con los ojos desmesuradamente abiertos, no hacía sino mirar la alfombra a uno y otro lado del respaldo de la cama. Una noche se quedó de repente mirando fijamente. Al rato abrió la boca para gritar, y sus narices y labios se perlaron de sudor.
-¡Jordán! ¡Jordán! -clamó, rígida de espanto, sin dejar de mirar la alfombra.
Jordán corrió al dormitorio, y al verlo aparecer Alicia dio un alarido de horror.
-¡Soy yo, Alicia, soy yo!
Alicia lo miró con extravió, miró la alfombra, volvió a mirarlo, y después de largo rato de estupefacta confrontación, se serenó. Sonrió y tomó entre las suyas la mano de su marido, acariciándola temblando.
Entre sus alucinaciones más porfiadas, hubo un antropoide, apoyado en la alfombra sobre los dedos, que tenía fijos en ella los ojos.
Los médicos volvieron inútilmente. Había allí delante de ellos una vida que se acababa, desangrándose día a día, hora a hora, sin saber absolutamente cómo. En la última consulta Alicia yacía en estupor mientras ellos la pulsaban, pasándose de uno a otro la muñeca inerte. La observaron largo rato en silencio y siguieron al comedor.
-Pst... -se encogió de hombros desalentado su médico-. Es un caso serio... poco hay que hacer...
-¡Sólo eso me faltaba! -resopló Jordán. Y tamborileó bruscamente sobre la mesa.
Alicia fue extinguiéndose en su delirio de anemia, agravado de tarde, pero que remitía siempre en las primeras horas. Durante el día no avanzaba su enfermedad, pero cada mañana amanecía lívida, en síncope casi. Parecía que únicamente de noche se le fuera la vida en nuevas alas de sangre. Tenía siempre al despertar la sensación de estar desplomada en la cama con un millón de kilos encima. Desde el tercer día este hundimiento no la abandonó más. Apenas podía mover la cabeza. No quiso que le tocaran la cama, ni aún que le arreglaran el almohadón. Sus terrores crepusculares avanzaron en forma de monstruos que se arrastraban hasta la cama y trepaban dificultosamente por la colcha.
Perdió luego el conocimiento. Los dos días finales deliró sin cesar a media voz. Las luces continuaban fúnebremente encendidas en el dormitorio y la sala. En el silencio agónico de la casa, no se oía más que el delirio monótono que salía de la cama, y el rumor ahogado de los eternos pasos de Jordán.
Alicia murió, por fin. La sirvienta, que entró después a deshacer la cama, sola ya, miró un rato extrañada el almohadón.
-¡Señor! -llamó a Jordán en voz baja-. En el almohadón hay manchas que parecen de sangre.
Jordán se acercó rápidamente Y se dobló a su vez. Efectivamente, sobre la funda, a ambos lados del hueco que había dejado la cabeza de Alicia, se veían manchitas oscuras.
-Parecen picaduras -murmuró la sirvienta después de un rato de inmóvil observación.
-Levántelo a la luz -le dijo Jordán.
La sirvienta lo levantó, pero enseguida lo dejó caer, y se quedó mirando a aquél, lívida y temblando. Sin saber por qué, Jordán sintió que los cabellos se le erizaban.
-¿Qué hay? -murmuró con la voz ronca.
-Pesa mucho  -articuló la sirvienta, sin dejar de temblar.
Jordán lo levantó; pesaba extraordinariamente. Salieron con él, y sobre la mesa del comedor Jordán cortó funda y envoltura de un tajo. Las plumas superiores volaron, y la sirvienta dio un grito de horror con toda la boca abierta, llevándose las manos crispadas a los bandós. Sobre el fondo, entre las plumas, moviendo lentamente las patas velludas, había un animal monstruoso, una bola viviente y viscosa. Estaba tan hinchado que apenas se le pronunciaba la boca.
Noche a noche, desde que Alicia había caído en cama, había aplicado sigilosamente su boca -su trompa, mejor dicho- a las sienes de aquélla, chupándole la sangre. La picadura era casi imperceptible. La remoción diaria del almohadón había impedido sin duda su desarrollo, pero desde que la joven no pudo moverse, la succión fue vertiginosa. En cinco días, en cinco noches, había vaciado a Alicia.
Estos parásitos de las aves, diminutos en el medio habitual, llegan a adquirir en ciertas condiciones proporciones enormes. La sangre humana parece serles particularmente favorable, y no es raro hallarlos en los almohadones de pluma.
 
Cuentos de amor de locura y de muerte
, 1917
¿Qué te pareció esta adaptación del cuento "El almohadón de plumas" de Horacio Quiroga? ¿Qué fue lo que más te gustó? Sube tu comentario con tus apreciaciones sobre el video.

miércoles, 9 de octubre de 2013

El devorador de hombres.

1.      Lectura comprensiva texto: “El devorador de hombres”, de tu carpeta CLPT Santillana, comentan de manera general el texto. Análisis por párrafo de las ideas principales del texto el devorador de hombres.
Seleccionan las 4 estrategias utilizadas por Odiseo para vencer al Cíclope.



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